lunes, 15 de febrero de 2010

Las Rumberas del espectáculo





La mujer en el canto y la danza cubana y en particular la rumba ha tenido un papel importantísimo dentro del espectáculo en Cuba y en Mexico. Su principal espacio fue en el teatro vernáculo y en los populares teatros Martí y Alhambra. Es en los sainetes criollos, que se sitúa como un personaje teatral.
La rumba, es una danza de gran expresión y erotismo con la simbología del apariamiento de las aves, el movimiento tanto de la falda como del chal que traen en los hombros y muchas veces con una pañoleta evocan el aleteo de las aves. Esta danza se divide en el Guaguancó, el Yambú y la Columbia, y que tuvo cimeras bailadoras como Andrea Baró, Manuela Alonso, Justa Chumbele, Nieves Fresneda y Luisa Barroso. Estas fueron las autenticas rumberas folclóricas.El virtuosismo de la rumbera es la provocación al bailador moviéndose con su faldas de vuelos de olánes como si fueran una gallinita coqueta y al mismo tiempo cuidarse del “vacunao”que es un acento pélvico que da el bailarín sorpresivamente. Aveces ella de rodillas en el piso simula picaramente que esta limpiando el suelo con su pañuelo, al igual que, en “la mula” que representa el juego de que el bailarin quiere ponerle espuelas y ella no se deja y lo patea inesperadamente.
Lala no sabe hacer nà
Oye Lala no seas descará”

Las rumberas que aparecían en los desfiles de carnavales engalanaban las fiestas y podemos verlas en amarillentas fotos antiguas mostrando sus piernas y ataviadas con adornos de flores y frutos en la cabeza. Ya en la etapa de las grandes tonadilleras y cupletistas, se destacó La Chelito Consuelo Portella, considerada por algunos como española, pero que nació en Placetas y llegó a actuar junto a Arquimides Pous, en Cienfuegos, llevó un número de rumba a Europa que fue su gran éxito "Que te píca el gallo" al lado de su célebre "La Pulguita".
que es tan importante para la historia del varieté como el mismo Can Can francés.

Las rumberas de revistas musicales y del cabaret, cantan y bailan y muchas veces es la atracción principal del espectáculo. Se púdiera mencionar el recuerdo eterno de la gran CELESTE MENDOZA, la reina del guaguancó, y se destacaron Ana Gloria Varona en Tropicana, la famosa Estela Alvarez, bien famosa en Estados Unidos y La Mariana, Alicia Parlá en Europa, y la aun vigente Amparito Valencia. Estas ya no bailan la rumba de los solares, sino una mezcla creadas para su actuación. Las bailarinas de la rumba puede ser, también, algo sofisticado y técnico como el caso de Sonia Calero y Elena del Cueto,o típicamente popular, ellas han sido fuente de inspiración para pintores y escultores. Los espectáculos españoles dejaron la tradición de centrar el espectáculo en la actuación de una mujer, estas eran las tonadilleras, coplas que contaban pícaras historias humoristas.
LAS RUMBERAS Y VEDETTES DEL TEATRO VERNACULO Y DEL ALHAMBRA

Es en el Teatro Alhambra donde se perfila y profesionaliza el oficio de la vedette de las revistas musicales. Antes, en la etapa de Teatro Bufo el papel femenino era más secundario. La vedette triunfa en este teatro que paradojicamente era para hombres solos. Tema que inspiró, después de una investigación al escritor Miguel Barnet en “La canción de Rachel” que narra la historia de la fabulosa vedette que iluminara las noches del Teatro Alhambra en la Habana, durante los años de la “belle époque” cubana. La publicación de esta novela y mas tarde llevado al cine por Enrique Pineda Barnet revive el recuerdo de las vedette y acertadamente interpreta la actriz Beatriz Valdés. Figuras como Amalia Sorg, Luz Gil, Eloísa Trías, Hortensia Valerón, Consuelo Novoa, María Pardo, Lina Frutos, Blanca Becerra y Alicia Rico se asentaron en esta práctica del espectáculo. Toman el glamour de las tonadilleras españolas aportando una picardía de doble sentido. Al igual que “La pulguita” de la Chelito, que también se cantó en el Alhambra, aparece “El alacrán” con coplas insinuosas como:
“Me dicen que el alacrán pica duro corazón. Ráscame cariño mío, ¡Cálmame la picazón¡” . .
Los requerimientos básico era su belleza, gran ritmo y la versatilidad, la vedette debe saber cantar y bailar. Además actuar en tono farcesco incorporando diversos personajes que son arquetipos populares. La capacidad de la improvisación en empatía y contacto con el público. Es un trabajo tenaz debido a que se realizaban dos tandas diarias, por lo que la economía del esfuerzo físico exigía relajación, respiración para resistir la jornada. Al profundizar esta investigación buscando el paradero de sus figuras y tras las huellas de sus destinos, comprobamos con pena y asombro, que ninguna de estas artistas acumuló, no solo una fortuna, ni siquiera adquierieron un techo propio para su vejez. Sin seguridad social de ningun tipo localizamos sus destinos en cuartitos de vencindades, donde el olvido y la soledad fue el último aplauso que escucharon.Con muy pocas exepciones. Tampoco nadie del Alhambra garantizó un retiro digno como merecieron sus esfuerzos y aportes al espectáculo.Las rumberas abrieron mercados para la música cubana en todo el mundo. El cine mexicano y el argentino les creo un genero para ellas que fue el cine de "las rumberas" consagrando los nombres de Ma. Antonieta Pons, Ninon Sevilla, Rosa Carmina, Amalia Aguilar y Lina Salome.En Argentina Blanquita Amaro y Amelita Vargas causaron sensación y acumularon decenas de películas.En Puerto Rico descuella Diosa Costello, Mapita Cortes,y mas reciente Iris Chacón. Las rumberas de origen mexicano fueron Meche Barba, Lidia Prado y la colombo nicaraguense Yadira Jimenez.
No pudiendo hacer otra cosa deseo rendirles homenaje a este genero artístico a estas amigas que he conocido en México,que ni el destierro, ni el tiempo ni el olvido les quitó el sentido del humor la picardia y el sazón cubano. Cuando mi querida amiga, ya desaparecida Lina Salome cumplia 66 años la visite con un pastel(cake) y al abrir su puerta en pose de vedette me dijo: "He llegado a las sextas sexys". Asi fueron y asi seran.
Ramón Díaz

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